El nombre de la calle del Arenal viene de antiguo y no ha variado en años. Su nombre se debe a la gran cantidad de arena que se encontraba en dicha zona, antes de que fuera incluso calle.
En verano bajaba la arena campando a sus anchas y en invierno la calle del Arenal era un enorme barrizal, como consecuencia del agua procedente de las plazas de San Martín y Santo Domingo; e incluso de la Plaza Mayor, llegando por las calles perpendiculares que no estaban ni si quiera empedradas por aquel entonces.

La tradición popular cuenta, que el nombre del pueblo de Aravaca procede del mote con el que se conocía a su fundador y dueño de la mayoría de las tierras en donde se fundó el pueblo, que no era otro que "Aravaca". Este mote le fue puesto por sus vecinos por la expresión que utilizaba al pararse su vaca cuando estaba arando con ella, que no era otra que "¡ara vaca!"

Supuestamente, se cree que el nombre del barrio de Carabanchel al Suroeste de Madrid, procede de la palabra árabe carab, que significa propietario de terrenos cultivables, como los que abundaban en esta zona. Fue lugar de recreo y expansión de la gente más noble de Madrid durante el siglo XIX; y hoy en día, es un barrio de concentración industrial poblada de edificios residenciales. No obstante, este barrio ha sido famoso por su prisión, la conocidísima prisión de Carabanchel.

Sobre el nombre de Canillas se cuentan dos versiones. Una de ellas dice que procede de las canillas de los toneles que se fabricaban en dicha zona en el siglo XVIII. Otra, que parece más acertada, es la que cuenta que los condes de Canillas, dueños de esta zona, gustaban de ir a cazar perdices, construyendo un palacio para ellos y casas para sus sirvientes, dando origen al núcleo de una población que tomó de los conde el nombre de Canillas. Actualmente, los condes de Canillas y supuestos fundadores de lo que es uno de los distritos más carismático de Madrid, se encuentran enterrados en la cripta de la iglesia de Santa Paula, como no, en Canillas.

La frase de "barrios bajos", procede de la denominación que en el siglo XVI se hacía del barrio de Lavapiés, que era el límite del Madrid de aquella época. Desde el barrio de Lavapiés existía una pendiente hacía el río Manzanares, por lo que se comenzó a llamar a los barrios que se construyeron posteriormente "barrios bajos", al estar a menor altura. Como por todos es sabido, los extrarradios de las grandes ciudades siempre han sido poblados por las familias de menor poder adquisitivo, de ahí que se generalizara por extensión la denominación de "barrios bajos" a estas zonas.

El barrio de Carabanchel, integra los antiguos municipios de Carabanchel Alto, situado sobre una colina a 672 metros sobre el nivel del mar; y Carabanchel Bajo, a 625 metros; separados por una distancia de dos kilómetros. Ambos municipios quedaron unidos entre sí, al integrarse con la Villa de Madrid en el año 1957, pasando a denominarse barrio de Carabanchel. Con la llegada de nuestro Estado de las Autonomías, Carabanchel Bajo pidió ser autónoma de Carabanchel Alto, cosa que no consiguió, claro está. El barrio madrileño de Malasaña, era conocido anteriormente por el barrio de las Maravillas, nombre que procedía de la iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas, hoy iglesia de los Santos Justo y Pastor, que se encuentra en la calle de la Palma. Con los años setenta y ochenta, y la llegada de los progres que abarrotaban los bares de la zona, comenzaron a llamarla Malsaña, en honor a la heroína del levantamiento del pueblo madrileño del dos de mayo de 1808 contra el invasor francés, Manuela Malasaña.

La conocida Colonia del Carmen de la Villa de Madrid y la parada del metro del mismo nombre, tomaron tal denominación de la ermita del Carmen. Esta ermita y sus alrededores, situados en las cercanías de la plaza de toros de las Ventas, pertenecían al término del pueblo de Vicálvaro.